Es difícil construir un espacio social en donde confluyan distintas artes. Y resulta aun más difícil tratar de sostener ese espacio de manera independiente en la actualidad.
La Feria "Volviendo a las Raíces" se ha constituido como un ejemplo de autogestión del cual hoy participan artesanos, diseñadores independientes, músicos, teatreros, payasos, poetas, murgueros y activistas sociales.
Artesanías en cuero, macramé y alpaca, tejidos, libros, agendas, comida casera, cerveza artesanal, licores y juguetes para niños son solo alguna de las cosas que se pueden encontrar en la feria.
Chicos y grandes son parte de esta iniciativa que nació hace dos años como una necesidad por parte de los artesanos de generar un circuito inexistente en la ciudad, en donde las decisiones son tomadas en conjunto por medio de asambleas.
Atos Corte (uno de los primeros feriantes) expresó. “La feria es un espacio social, cultural, independiente y autogestivo donde los niños van a jugar, los artistas comparten su arte, los que producimos vendemos y donde las organizaciones sociales van a dar a difundir sus luchas, como paso con la soja y los pueblos originarios La idea es que sea un espacio que yo lo llamo de productores "libres" es decir de todos aquellos que necesitamos vender lo que producimos para vivir”.
El construir un espacio independiente tiene que ver también con una cierta libertad que tiene cada feriante de trabajar de forma libre, sin horarios ni restricciones. Son ellos los que deciden qué y cómo producir.
El domingo desde las 17 en el Andén de la Estación (9 de julio y las vías) artesanos, diseñadores independientes y músicos volverán a encontrarse para seguir construyendo a través del arte un espacio social diferente.
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