Adentro el Rojo Resplandor del Fuego Nowhereland: un viaje de ida

Ayer fui por segunda vez a ver Adentro el Rojo Resplandor del Fuego Nowhereland. Porque como ustedes saben, después de varios meses las obras van mutando y yo había visto el estreno de este hermoso espectaculo dirigido por Antonio Alias. En escena dos grandes actrices: Fernanda Archanco y María Robin.La otra pata fundamental de este trabajo es Nicolas Munoz. Porque la obra se completa con cada elemento que hay en escena, con dibujos que hablan por si solos. Adentro del Rojo Resplandor del Fuego es un viaje de ida. Ya antes de entrar adentro el afuera habla. No es fácil hacer teatro de garaje y montar semejante puesta. Una vez que cruzas la puerta la sensación es de incomodidad. Un tocadisco que no para de sonar mientras la gente se acomoda en sus sillas. Después de varios minutos una de las actrices le pone pausa al tocadisco y yo lo agradezco. Aparece otra actriz. Dos amigas toman el té. Se hablan de manera irónica, se miran con cara de bronca, se pelean, sonríen, se abrazan y vuelven a pelearse. A lo largo de la obra hay una frase que resuena en cada momento “no te olvides de quién sos”. Por momentos las escenas vuelven a repetirse como si se tratara de un casette que estás rebobinado.Pero no son las mismas escenas aunque así lo parezcan. Porque lo que cambia es la intensidad de estas amigas, sus miradas, gestos, cada palabra. Y el paso del tiempo. Claro. Adentro El Rojo Resplandor del Fuego transita por varios estados y eso es lo más interesante de esta trabajo. Ver a estas actrices trenzadas en una guerra de tizas con ganas de matarse y minutos después verlas abrazadas. Verlas llorando y luego verlas tiradas en el piso reirse a carcajadas. Si todavía no viste Adentro el Rojo Resplandor del Fuego Nowhereland no dudes en sumarte al próximo viaje. Afuera está frío pero adentro existe una guarida muy cálida.