Teatro a la carta: Un espectáculo para no perderse

Hace un tiempo escuché hablar de “Teatro a la Carta”una propuesta poco frecuente acá en la ciudad que me tenía bastante intrigada. Entonces decidí salir a ver de qué se trataba esto, el fin de semana largo y la linda noche del sábado acompañaban la ocasión. La función era a las 23 en el Club de Arte el Biombo (Rodhe 1464).Pero como de costumbre a las 23 la gente todavía seguía llegando, así que el espectáculo comenzó cerca de las 23.30.

La sala estaba llena de gente, debían ser más o menos unas 90 personas porque no cabía ni un alfiler más. Una vez que nos acomodamos un locutor invitaba al público a disfrutar de unas ricas empanadas y algo para tomar mientras comenzaba el espectáculo.

Ahora si, todo estaba listo para que los actores subieran a escena. Fueron apareciendo de a uno en filita india mientras la gente acompañaba al ritmo de las palmas como pedía “Comprimido”. Es que este show además de los actores contaba con un gran animador, bueno gran en sentido literal, porque a decir verdad el muchacho era bastante pequeño. Estoy hablando de Leo Schmith, el presentador de “Teatro a la carta” que sumó su cuota de humor para divertir a los espectadores.

Cuando Comprimido subió al escenario comenzó a presentar a los actores: Cachi Banacloy, Romina Vallogia, Gabriel Haya y Romina De Blas eran los encargados de hacer reír al público.
A continuación, Schmith nos explicó en qué consistía “Teatro a la carta”: en las mesas había un papelito para que el público escribiera títulos o situaciones que luego serían representadas por los actores. A través de la improvisación ellos tenían que lograr hacer en un determinado tiempo lo que nosotros le pedíamos.

En otro de los juegos los actores tenían que hacer una improvisación en la que participaran los cuatro integrantes, luego salía uno y quedaban tres en escena, eso significaba que una persona debía representar dos personajes. Lo jodido era cuando un solo actor tenía que hacer los cuatro personajes y ahí es cuando se complicaba porque debía ingeniárselas para lograr cumplir con la consigna.

Y ustedes se preguntarán qué es lo que causa tanta gracia. Resulta graciosa la manera en que los actores realizan sus acciones, lo hacen con toda rapidez del mundo, acciones que después se convierten en situaciones, en historias disparatadas que van surgiendo espontáneamente y de las que el público es testigo.Resulta gracioso las caras que hacen, los gestos, los movimientos, escucharlos cantar (porque también hay una parte en la que cantan).

El espectáculo terminó pasada la 1 am, con un público que disfrutó de la función y ovacionó a los actores con un cálido aplauso. Ellos prometieron volver este sábado a la misma hora y en el mismo lugar.

• La imagen fue extraída de: http://alacartateatro.blogspot.com/